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¿Cuál es la ciudad con mayor contaminación lumínica?

Ariadna Duarte
Ariadna Duarte
2025-10-27 03:57:06
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La Vía Láctea está escondida para más de un tercio de la población mundial, una proporción que asciende hasta el 60% en el caso de los europeos y del 80% de los norteamericanos. La culpa la tiene la contaminación lumínica, la alteración de los niveles de iluminación natural nocturna causada por fuentes de luz antropogénicas. Sí se sabe por el momento que afecta de forma directa a muchas especies animales con hábitos nocturnos, en especial a los insectos. Estos se sienten atraídos instintivamente por la luz, lo que puede provocar su muerte por extenuación, abrasión o depredación por otro animal, además del llamado efecto aspirador, mediante el cual los insectos abandonan sus hábitats naturales siguiendo el rastro de la luz artificial. El nuevo atlas mundial de brillo artificial del cielo nocturno, publicado en 2016 por un grupo de investigadores liderados por Fabio Falchi, miembro del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Contaminación Lumínica italiano, constituye uno de los principales estudios dentro del campo de la alteración lumínica. Su principal conclusión es que el 83% de la población mundial vive bajo cielos contaminados, el 99% en Estados Unidos y Europa. La diferencia es que estas zonas, generalmente pobres y concentradas mayoritariamente en África, acusan fuertes interrupciones del suministro de energía y electricidad, así como una debilidad del tejido productivo, lo que en última instancia radica en un cielo despejado por la noche. En el extremo opuesto, Singapur destaca por ser el país más contaminado lumínicamente del mundo, hasta el punto de que el total de su población vive bajo un cielo nocturno tan brillante que el ojo humano no puede adaptarse plenamente a la oscuridad. Los datos recogidos en El nuevo atlas mundial de brillo artificial del cielo nocturno demuestran que la contaminación lumínica es un asunto global y que urgen medidas para limitar su impacto. El problema puede ser mitigado al instante apagando las luces, pero las consecuencias son a largo plazo. El papel de la tecnología puede ser determinante, sobre todo en el campo de la iluminación adaptativa, un tipo de instalación que utiliza sensores en tiempo real para adecuar el alumbrado público a las condiciones meteorológicas y de tráfico.