El volcán submarino Axial Seamount, situado en el océano Pacífico, a unos 480 kilómetros de la costa de Oregón, podría protagonizar una nueva erupción durante 2025. Este volcán, conocido por su actividad regular, ya ha registrado erupciones significativas en los años 1998, 2011 y 2015, despertando ahora la atención de la comunidad científica debido a los recientes cambios detectados en su estructura. Expertos de la Universidad Estatal de Oregón, liderados por el geofísico William Chadwick, han documentado una elevación considerable en el suelo marino que rodea al volcán, un fenómeno asociado al ascenso de magma. Según los datos recopilados, el terreno submarino ha alcanzado el 95% de la deformación registrada antes de la erupción de 2015, lo que indica una presión interna creciente que podría desencadenar un nuevo episodio eruptivo. Además, los sistemas de monitoreo han detectado un aumento en la actividad sísmica en la zona desde el otoño de 2023, con cientos de pequeños terremotos registrados diariamente. Este tipo de movimientos telúricos, habituales en las fases previas a una erupción volcánica, se producen debido al movimiento del magma bajo la corteza terrestre y son un indicador claro del estado de actividad del Axial Seamount. Este volcán submarino es uno de los mejor vigilados del mundo, gracias a una sofisticada red de sensores instalada en el lecho marino que permite el monitoreo en tiempo real de su comportamiento. Este sistema no solo facilita la observación precisa de los cambios geofísicos, sino que también representa un avance significativo en la predicción de erupciones submarinas. Aunque las erupciones submarinas suelen tener un impacto limitado en la superficie debido a la profundidad, pueden generar tsunamis y afectar de manera significativa a los ecosistemas marinos cercanos. Por ello, los científicos trabajan activamente para prever cualquier eventualidad y garantizar una respuesta adecuada en caso de que se confirme la erupción. Este caso no solo es relevante por los posibles riesgos, sino también por el progreso científico que representa. La información obtenida del Axial Seamount podría ser clave para mejorar los modelos predictivos y perfeccionar las estrategias de monitoreo de volcanes submarinos a nivel mundial.