La alta montaña es un terreno montañoso, relativamente elevado pero de altitud no especificada, que tiene condiciones geográficas particulares de nieve, hielo, clima, de radiación ultravioleta, temperatura, oxígeno, etc., donde existen riesgos para la salud del ser humano al exponerse a estas, como el mal de montaña. Se relaciona con la práctica del montañismo. Las temperaturas son muy frías y las precipitaciones abundantes, casi siempre en forma de nieve en invierno. En España, por ejemplo, se considera alta montaña a partir de unos 2500 metros en el sur y de unos 2000 metros en el norte. En México, cuya meseta central tiene una latitud aproximada de 19° N, se acepta que alta montaña es a partir de los 4000 m s. n. m., donde es característica la nieve y el hielo, así como la ausencia de vegetación o vegetación muy específica como el zacate (pasto) de alta montaña. La flora que se encuentra en la alta montaña muestra un aspecto almohadillado, unas largas raíces y unas hojas pequeñas y pilosas que les permiten subsistir en este medio tan adverso. La fauna de alta montaña se ve condicionada por factores climatológicos, con una presencia significativa de invertebrados y pocos vertebrados.