La alta montaña es un terreno montañoso, relativamente elevado pero de altitud no especificada, que tiene condiciones geográficas particulares de nieve, hielo, clima, de radiación ultravioleta, temperatura, oxígeno, etc., donde existen riesgos para la salud del ser humano al exponerse a estas, como el mal de montaña.
En México, cuya meseta central tiene una latitud aproximada de 19° N, se acepta que alta montaña es a partir de los 4000 m s. n. m., donde es característica la nieve y el hielo, así como la ausencia de vegetación o vegetación muy específica como el zacate (pasto) de alta montaña.
En la Patagonia andina, la zona de alta montaña va disminuyendo su altura.
En el norte patagónico (zona de Bariloche), el límite de vegetación se encuentra a los 1700 m s. n. m. (aprox.), y en Tierra del Fuego (56° lat sur) este límite se halla a los 650 m s. n. m.
La flora que se encuentra en la alta montaña muestra un aspecto almohadillado, unas largas raíces y unas hojas pequeñas y pilosas que les permiten subsistir en este medio tan adverso, como por ejemplo la hierba pajonera, que resiste muy bien los cambios de temperatura y los vientos de la alta montaña.
La fauna de alta montaña se ve condicionada por factores climatológicos.
Es significativa la presencia de invertebrados, presentando numerosos endemismos, donde son abundantes los escarabajos, las moscas, las chinches, las mariposas, etc.