El delfín mular está considerado una especie amenazada o en situación crítica por la mayor parte de los catálogos de biodiversidad y por los acuerdos y reglamentos nacionales e internacionales de conservación.
El Libro Rojo de los Vertebrados de España lo cataloga como especie “Vulnerable”, tanto en aguas de la Unión Europea como en las españolas del Mediterráneo.
En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas está considerado como “Vulnerable” tanto en aguas peninsulares como en las de las Islas Canarias.
El Convenio de Berna lo incluye en el Anejo II, de fauna estrictamente protegida.
La Directiva Habitats y su transposición en el R. D. 1997/1995 lo destacan, junto a la marsopa, en su anejo II, lo que lo convierte en una especie de interés especial cuya conservación requiere la designación de áreas especiales de conservación.
El Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos del Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la Zona Atlántica Contigua lo incluye entre las especies sobre las que se aplica el acuerdo y lo identifica en informes recientes como uno de los cetáceos que sufre mayores impactos por las actividades humanas.
Finalmente, el delfín mular está específicamente protegido por las legislaciones autonómicas de Andalucía y la Comunidad Valenciana.