Aprende sobre las especies amenazadas en tu área. 
Enséñale a tu familia y amigos sobre la flora y fauna que se encuentra cerca de ti. 
El ambiente nos provee servicios ecosistémicos indispensables como puede ser la disminución de la contaminación del aire y agua, recursos alimenticios y naturales con valor económico como también elementos estéticos y recreacionales. 
Científicos aseguran que una de las mejores maneras de proteger la vida silvestre es cuidar las áreas en las que esta se desarrolla. 
Visita refugios de vida silvestre, parques y espacios abiertos. 
Involucrate tomando parte en acciones voluntarias en los parques y refugios locales, realiza avistamiento de especies salvajes o pájaros. 
Haz de tu casa un espacio inocuo para la vida silvestre. 
Reducí el consumo de agua doméstica y en tu jardín para que la flora y fauna dependiente de esta tenga mayores chances de sobrevivir. 
Plantas nativas proveen alimento y refugio para la fauna silvestre. 
Al mismo tiempo la proliferación de especies invasoras ha impactado la población de estas últimas ya que compiten por hábitat y alimento. 
Herbicidas y pesticidas pueden ayudar a tu jardín a lucir bien pero son en realidad sustancias contaminantes nocivas para la vida silvestre. 
Algunas especies como los anfibios son particularmente vulnerables a los contaminantes químicos cuando estos se encuentran en altas concentraciones en el medio ambiente. 
Disminuye la velocidad al manejar. 
La fauna que habita en zonas urbanizadas o con desarrollo humano se ven expuestas a distintas amenazas. 
Recicla y compra productos sustentables. 
Compra papel reciclado y productos sustentables derivados del bambú o materia prima certificada para la protección de bosques y sus especies. 
Evita adquirir productos de madera proveniente de bosques tropicales. 
Nunca compres productos derivados de especies amenazadas o en peligro de extinción. 
Atacar y dañar animales salvajes es cruel e ilegal. 
Protege la vida silvestre y su hábitat. 
Una de las mayores amenazas para la flora y fauna es la destrucción de su hábitat. 
Los científicos sostienen que la mejor manera de proteger las especies salvajes es cuidar el espacio que habitan, donde deben encontrar alimento, refugio y criar a sus crías. 
Al proteger el hábitat, comunidades enteras de animales y plantas pueden ser protegidas al mismo tiempo. 
Parques, refugios y espacios abiertos en tu comunidad deben ser cuidados. 
Los espacios naturales nos otorgan al mismo tiempo un lugar para desarrollarnos y disfrutar, apoya la preservación de estas áreas. 
Al comprar una casa considera el impacto que esta puede tener en el medio ambiente.