Para aquellos que no están familiarizados con el "caminar" al aire libre, es importante hacer las distinciones correctas para poder elegir la experiencia más adecuada tanto en términos físicos como de destreza. Lo que hoy en día llamamos “hiking” en inglés es la actividad que más se asemeja al concepto de senderismo al aire libre. Al hacer senderismo, caminas en la naturaleza por senderos marcados, llamados senderos de senderismo. Las caminatas suelen durar un día completo, sin pasar la noche, pero también hay caminatas durante la noche. Hay cuatro tipos de senderismo: Senderismo de Montaña, Senderismo en la Naturaleza, Senderismo Rápido y Senderismo en la Nieve. El senderismo, por el contrario, requiere un período más largo: se camina durante varios días, incluso meses, y en zonas donde a menudo no hay medios de transporte. En comparación con el senderismo, el trekking es mucho más intenso. Entre las rutas de senderismo más sugeridas, se encuentran el Camino Inca, en Perú, entre la selva y las ruinas para llegar a la cima de Machu Picchu; el recorrido en el Parque Nacional Torres del Paine en la Patagonia, entre las altas montañas y los témpanos azules y el Kilimanjaro, en África, para llegar a la cima y ver las estrellas. La idea de pasear por el campo por placer se desarrolló en el siglo XVIII, gracias a la nueva forma de ver la naturaleza y de acercarse a ella. Recientemente, incluso los médicos han comenzado a recetar actividades al aire libre en lugar de medicamentos, ya que la ansiedad, la diabetes, la depresión y otras dolencias o enfermedades pueden ser tratadas a través del contacto con la naturaleza y el senderismo. Es muy importante encontrar la mejor ruta antes de realizar una excursión, y no hay escasez de información sobre rutas o senderos, y para empezar es recomendable comenzar con simples caminatas planas y luego aumentar gradualmente la dificultad. Ambos deportes necesitan una preparación física adecuada, y durante el viaje es importante hidratarse a intervalos regulares para no perder energía.