¿Cómo observar animales por la noche?

Los safaris nocturnos permiten observar estas especies de manera segura y organizada, acompañados de guías expertos que conocen bien sus hábitats y los lugares donde es más probable verlos. Observar animales de noche ofrece una perspectiva diferente de la vida salvaje. Durante el día es posible ver elefantes, jirafas y cebras, pero por la noche otros animales más discretos, que evitan la luz y el calor, se mueven por los mismos territorios. Un safari nocturno bien organizado es una oportunidad para descubrir esa parte de la fauna que normalmente pasa desapercibida. Para aprovechar un safari nocturno y ver a los animales de manera segura, es importante seguir algunas recomendaciones: Elegir el horario adecuado: Los safaris nocturnos suelen comenzar poco después de la puesta de sol. Contar con un guía experimentado: Un guía local conoce los hábitats y movimientos de los animales. Mantener atención y paciencia: La observación de animales nocturnos requiere calma. Animales nocturnos que se ven en un safari Durante un safari nocturno es posible observar diferentes tipos de animales que se activan al caer el sol. Felinos y otros depredadores Los leones, leopardos y hienas son más activos de noche. Mamíferos pequeños Entre los animales nocturnos también están especies discretas, como las mangostas, civetas, ginetas, puercoespines y liebres africanas. Animales cerca del agua El agua atrae a muchos animales durante la noche, por ejemplo los hipopótamos.

¿Cuál es la experiencia única que comienza cuando el sol se pone en la sabana africana? Cuando el sol se pone en la sabana africana, comienza una experiencia única: el safari nocturno. La oscuridad transforma el paisaje y revela una faceta diferente de la vida salvaje. Lo que hace especial esta travesía en la noche no es solo la oportunidad de ver otro tipo de animales, aquellos que cazan o merodean por la noche, sino la forma en que cambia nuestra percepción del mundo salvaje. La oscuridad agudiza los sentidos; cada crujido de ramas, cada aroma llevado por la brisa, cada sombra que se mueve en la periferia de la visión cobra un nuevo significado. Hay muchísimas razones por las que un safari nocturno es una experiencia única, y en Kiboko conocemos los caminos. Por la noche, por ejemplo, no hay cantos de aves; pero aparecen en su lugar los sonidos de los grillos, las ranas y, ocasionalmente, el aullido de las hienas o el rugido del león.