Eustasio López González es la persona más rica de Canarias, según la última lista Forbes, con un patrimonio de 1.200 millones de euros. Era un absoluto desconocido en la Península hasta que anunció a mediados de noviembre que compraba por 200 millones de euros el hotel Miguel Ángel de Madrid, cerrado desde la pandemia y pendiente de una reforma colosal para sus 241 habitaciones, convirtiéndose en el gran agitador del mercado de la inversión hotelera en el cierre de 2024. López González ocupa el puesto 34 en el ranking nacional de Forbes, por debajo de dos grandes familias hoteleras como los Fluxá (Iberostar) y los Barceló, con 2.500 y 1.600 millones respectivamente, pero superando con holgura a otros tres gigantes de la hotelería española, como los Riu, con 960 millones; los Escarrer (Meliá), con 720 millones; y los Piñero, con 500 millones. La diferencia entre ambas remodelaciones es que la del Ritz se financió con endeudamiento, se inauguró a principios de 2021 y todavía tuvo que aguantar dos años a medio gas, con restricciones para los viajes internacionales y para la movilidad dentro de España, lo que afectó a la ocupación y a los precios que se reclamaban. La reforma integral del hotel Miguel Ángel, que culminaría a principios de 2027, se cubrirá con fondos propios, lo que permitirá acelerar la amortización de las inversiones, y se estrenaría en un contexto económico diferente, siempre y cuando no haya un cambio de ciclo respecto al bum de los hoteles de cinco estrellas en Madrid, con ocupaciones y precios inéditos y con un apetito inversor por participar sin precedentes. Las fuentes consultadas por Cinco Días confiesan que el plan que maneja Lopesan pasa por invertir 300 millones de euros, si se suman los 200 millones por la compra del activo más los 100 millones de la macrorreforma para adaptarlo a los estándares de esas compañías de lujo, con un plazo de recuperación de tan solo quince años. La compra del hotel Miguel Ángel y su futura reforma son proyectos importantes para el mercado hotelero en Madrid, con un impacto significativo en la economía local y el turismo. La inversión en el hotel Miguel Ángel es una apuesta por el futuro del turismo de lujo en Madrid, con un enfoque en la calidad y el servicio para atraer a los viajeros más exigentes.