Un Geoparque o parque geológico es un territorio que presenta un patrimonio geológico notable y que lleva a cabo un proyecto de desarrollo basado en su promoción turística.
La declaración de un Geoparque Mundial de la UNESCO se basa en tres principios: la existencia de un patrimonio geológico que sirva de protagonista y eje conductor; la puesta en marcha de iniciativas de geoconservación y divulgación y favorecer el desarrollo socioeconómico y cultural a escala local.
En definitiva, son tres los pilares que sustentan la creación y funcionamiento de un geoparque: el patrimonio geológico, la geoconservación y el desarrollo local.
Por ello, deben tener unos límites claramente definidos y una extensión adecuada para asegurar el desarrollo económico de la zona, pudiendo incluir áreas terrestres, marítimas o subterráneas.
Estos sitios son parte de un concepto integrado de protección, educación y desarrollo sostenible, que cumple sus objetivos mediante un enfoque de conservación, educación y geoturismo.
Surgieron a principios de la década de los 90 en Europa, siendo Francia, Alemania, Grecia y España los socios fundadores.
Desde entonces, su número ha ido en aumento, con un total de 195 geoparques repartidos en 48 países.
En la actualidad existen 18 parques geológicos en España.
Desde su fundación, la Red de Geoparques se rige por un Comité de Coordinación formado por representantes de cada parque geológico, más un delegado de la UNESCO.
Existe un convenio permanente con la organización, testimonio de su participación activa en los proyectos de la Red.
La participación con la UNESCO se intensifica día a día, con el objetivo de crear una Red Mundial de Geoparques.
Una vez otorgado el certificado, no tiene validez indefinida.
En efecto, cada tres años, cada socio es evaluado y puede llegar a perder la condición de miembro de la Red de Geoparques.
Se valora especialmente el desarrollo del geoturismo, la conservación del medio natural y la colaboración entre miembros de la red.