Si se topa con una cría de ave en el suelo y ve que no se aleja de usted, es probable que piense que necesita ayuda o que está herido.
Antes de tocarlo, compruebe su aspecto para saber si de verdad se encuentra amenazado.
Si ve que el ave corretea, da pequeños saltos y vuela con torpeza, es que está aprendiendo a moverse fuera del nido bajo la atenta mirada de sus padres.
En ese caso, no lo coja, ya que le estaría privando de su hábitat natural y de su libertad.
No obstante, si se encuentra en un lugar peligroso, compruebe ser en la carretera o cerca de otros animales depredadores, es conveniente que lo deje suelto en un sitio apartado y seguro.
Los más vulnerables son los polluelos, emplumados y sin emplumar.
Antes de pensar que se trata de una cría huérfana, hay que estar seguros de que sus padres no se están ocupando de él.
Observe con cautela los alrededores del lugar donde ha encontrado al animal en busca de su nido.
Si lo encuentra, déjelo dentro y aléjese para ver si los padres vuelven al nido a alimentarlo.
Sin embargo, si el polluelo vuelve a caerse, los padres no regresan en unas dos horas o no ha localizado el nido, llévelo a casa y llame al 112 o al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) más cercano.