Las playas croatas, reconocidas por sus limpias aguas, son mayormente formaciones de guijarros y rocas suaves.
Lo primero que el visitante extranjero debe saber sobre las playas de Croacia es que muy pocas son de arena.
Los guijarros finos son lo más parecido a la arena que se puede encontrar y, en la mayoría de los casos, la playa está formada por guijarros o rocas suaves.
Además, la variedad es asombrosa: algunas playas ofrecen pura serenidad, mientras que otras atraen a familias con niños pequeños que buscan lugares para jugar bajo el sol.
En algunas se escucha el murmullo de bares y cafeterías; en otras, nada más que las olas.
Las instalaciones alrededor de las playas suelen ser sencillas: como mucho, un par de cafeterías cercanas.
No se pueden esperar duchas ni vestuarios, aunque las playas cercanas a los hoteles suelen tener una plataforma de hormigón para colocar la toalla o secarse fácilmente.
Aquellos que se encuentren en las ciudades principales y en los centros turísticos más importantes tendrán a mano las tiendas estándar, tal vez un restaurante con vista panorámica.
Las 1.100 millas de litoral continental y las 2.480 millas de costa insular de Croacia son sus riquezas.
Gornja Vala en Gradac es la playa más grande del Adriático, ideal para deportes y naturismo.
La playa de Copacabana en Dubrovnik ofrece lujosas comodidades y actividades familiares.
La playa es ideal para familias: hay un tramo gigante de costa para que los niños exploren, mientras se puede probar el mejor vino croata en el bar de la playa o disfrutar de un masaje después de nadar.
Las islas Pakleni en Hvar destacan por sus idílicas playas naturales y su atracción naturista.
Puede que solo sean un viaje en barco-taxi desde el continente, pero las islas Pakleni son de otro mundo.
Las playas que se ofrecen en este lugar son todas paradisíacas: entre la selección se encuentran los paraísos naturistas Stipanska y Jerolim, y el famoso país de las maravillas botánicas de Palmižana.