Nuestro camino asciende por el pinar, ofreciéndonos hermosas vistas del Valle de Aridane y Cumbre Nueva.
Pasamos la base de El Birigoyo, que apenas presenta vegetación y que hace más de 6000 años emitió hacia el mar una enorme corriente de lava y cenizas.
Dejamos atrás la zona de pinar y llegamos a un maravilloso mirador donde se divisan las ciudades de Santa Cruz y Los Llanos.
Descendemos levemente hasta el Hoyo Negro, un cráter de 140 m de profundidad que estuvo activo en 1949.
A nuestra izquierda se observa el impresionante Roque Nambroque y frente a nosotros el volcán Duraznero.
También activo en 1949, este se quebró formando un inmenso lago de lava del que fluyó una estrecha colada hasta la costa de Mazo.
A lo largo de la cresta llegamos al punto más alto de nuestra caminata, el volcán de La Deseada, con 1945 m de altitud.
Aquí se disfrutan unas maravillosas vistas aéreas de toda La Palma y, si hace buen tiempo, de las islas vecinas de El Hierro, La Gomera y Tenerife.
Descendiendo luego por el “Llano de las Brujas”, se observa el volcán Martín, casi sin vegetación, rojizo y brillante.
Cruzamos los campos de lava de aproximadamente 11.000 años de antigüedad y finalmente nos adentramos en un bosque de pinos.