Tenerife, la mayor de las Islas Canarias, se caracteriza por la diversidad de sus paisajes y un clima templado durante todo el año. La isla combina playas de arena dorada, montañas, bosques y formaciones volcánicas, lo que la convierte en un lugar atractivo para quienes buscan contacto con la naturaleza. Entre sus principales atractivos destacan el Parque Nacional del Teide y los bosques de laurisilva del macizo de Anaga, que reflejan la riqueza geográfica y ecológica del lugar. Pero esto no es todo, pues en uno de sus pueblos se ubica uno de los monumentos naturales más impresionantes del mundo. Se trata del Drago Milenario, qué situado en la localidad de Icod de los Vinos, es uno de los mayores emblemas de las islas Canarias. Este imponente árbol, de más de 16 metros de altura y 20 metros de perímetro en su base, se ha convertido en un símbolo tanto de la isla como del patrimonio natural de España. El Drago Milenario se encuentra en el Parque del Drago, un entorno ajardinado que permite a los visitantes apreciar este majestuoso árbol en todo su esplendor. El parque se inauguró en 1996 con el objetivo de preservar y poner en valor este símbolo de la isla, rodeándolo de especies vegetales autóctonas como cactus, tabaibas y cardones, que reflejan la biodiversidad de Tenerife.