El Teide es el parque nacional más grande y antiguo de Canarias, y el más visitado de la Red de Parques Nacionales.
El parque, que ocupa la parte central de la isla de Tenerife, se extiende desde los bosques de pino canario ubicados a 1.600 metros de altitud hasta los 3.715 metros del Teide, el pico más alto de España.
Su espectacular paisaje es uno de los monumentos geológicos más impresionantes del mundo, formado por volcanes, coladas de lava y una increíble variedad de colores y formas.
Destaca la enorme caldera volcánica Circo de Las Cañadas, en cuyo interior se alza el Teide-Pico Viejo, un imponente volcán compuesto.
Debido a su gran altitud, el clima del Parque Nacional del Teide es seco y presenta fuertes contrastes entre el día y la noche.
La humedad es baja, los vientos suelen ser intensos y las precipitaciones son escasas y muy irregulares, aunque en invierno puede nevar algunos días.
Estas condiciones hacen que el paisaje cambie mucho con las estaciones: blanco y sereno en invierno, lleno de color en primavera y árido en verano.
La vegetación es uno de los grandes valores naturales del parque y se caracteriza por estar adaptada a las condiciones extremas de la alta montaña.
La formación vegetal más representativa es el matorral de cumbre, dominado por especies que crecen sobre suelos volcánicos.
La flora está presente en todo el parque, destacando especies como el característico tajinaste rojo o la violeta del Teide.